Al leer el capítulo cinco entendí que las personas
siempre tienen un lado bueno y un lado malo, en otras palabras defectos y
virtudes. Una persona tiene siempre que aprender a quererse y valorarse y cada
día descubrir un poco más sobre si misma, así como el principito cada día
descubría algo más sobre su planeta. En el planeta del pequeño príncipe habían
plantas buenas y plantas malas, entre las plantas malas estaban los baobabs,
que eran pequeños árboles cuando recién brotaban, pero después se convertían en
gigantescos árboles que luego eran difíciles de arrancar. Los
baobabs se asemejan a los pecados porque si no los sacas cuando están
chiquitos crecen y crecen y son más difíciles de arrancar. Para poder
arrancarlos es cuestión de disciplina, orden y constancia.
Adriana Salgado
Muy bien dicho, Adriana.
ResponderBorrarMi nombre es pricipito
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